El dólar confirmó ayer su tendencia al rebote en la plaza local, al volverse a sentir en el mercado un recorte en la oferta de divisas proveniente de exportaciones, que los operadores adjudican a las dificultades que los productores agrícolas del centro del país enfrentan para cosechar y enviar el grano a puerto, ante el mal estado de la red vial rural, agravado por las recurrentes lluvias que se registran en esa región.

 Esa sospecha pareció avalada ayer por el nuevo recorte registrado en la liquidación de divisas por embarques de soja, pese a los incentivos para vender que el mercado les dio a los productores.

 La referencia alude al aumento que el precio de la soja mostró ayer tanto en Rosario com en el influyente mercado de Chicago, donde la oleaginosa disponible para mayo avanzó otro 1,25% al operarse a US$ 341,07 la tonelada, lo que le hizo alcanzar su mayor valor en 9 meses.

 

 Pese a estos alicientes, la liquidación de divisas originadas en las exportaciones volvió a caer ayer y no por las nuevas facilidades que concedió el Gobierno para que los exportadores manejen la oportunidad de venta (amplió a 180 días el plazo para vender divisas generadas por ventas de trigo, avena, cebada y centeno, correspondiente a la próxima campaña, de lo que se informa por separado) sino ante los evidentes problemas que los sojeros enfrentan para hacer llegar su cosecha a puerto.

 Ya la semana pasada el puerto de Rosario registró una importante caída en los ingresos de soja, que bajaron de 430.000 a 189.000 toneladas, según datos de ese mercado.

 

 "Esta falta de oferta sojera ya se había hecho notar a última hora del viernes y se repitió hoy (por ayer)", explicó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios. Eso se refleja en un volumen de operaciones que, tras haberse mantenido por varias ruedas arriba de los US$ 400 millones, ahora a duras penas llega a 382 millones, como en la víspera.

 "Hoy a los bancos no les interesó la tasa del call-money. Igual que hicieron el viernes, salieron a recomprar la divisa para rearmar sus posiciones, aunque, al parecer, no consiguieron completar sus necesidades", apuntó en su informe.

 La leve inclinación hacia la demanda que deriva de estas limitaciones hizo que la cotización para la venta del billete avanzara ayer de $ 14,51 a $ 14,55 en la plaza mayorista. Y que el precio de venta al público subiera de $ 14,69 a $ 14,74, según el promedio de casas de cambio y bancos del centro porteño.

 De esta manera, la divisa lleva dos ruedas recuperando valor en la plaza local, pese a que ayer volvió a desvalorizarse en casi todos los países emergentes, algo que quedó reflejado, por caso, en la apreciación cercana al 3% que mostró ayer el real en Brasil.

 Aquí, por el contrario, y ante las limitaciones fácticas que encuentra la oferta de divisas, el peso volvió a desvalorizarse contra el billete estadounidense 0,6% en las últimas 48 horas.

 La menor afluencia genuina de divisas ayer también ayudó a retacear la oferta de origen financiero, que estaba alimentada por el pase de dólares a pesos al que se habían acostumbrado los bancos para aprovechar las altas tasas de interés. Y esto pese a que los rendimientos se mantuvieron elevados.

 De hecho, los préstamos interbancarios (a un día de plazo) y las cauciones bursátiles más cortas se pactaron sin cambios al 38% anual, es decir, la misma tasa que convalida el BCRA por las letras que coloca a 35 días y aun así no alteró la ecuación.

 Pagar otra vez fue un problema

 Pesadilla capítulo II. Así podría denominarse a los trastornos que miles de usuarios volvieron a padecer ayer para cursar pagos o transferencias en bancos que tienen como red operativa a Banelco. Los inconvenientes, que habían sido usuales el viernes, se repitieron hasta después del horario de atención bancaria, lo que dejó miles de pagos sin cursar. En los bancos se excusaban por "un problema general del sistema", en tanto que en Banelco volvieron a hablar de "intermitencias que afectaron la operación de Pago Mis Cuentas y las transferencias inmediatas".